El desafío de todas las mujeres con discapacidad, es su inserción en la sociedad y es un reto para toda la comunidad frente a la discriminación, la exclusión y los maltratos de todo tipo, ya sea violencia verbal, psicológica o física.
Sol Coria es una mujer con síndrome Down, una artista comprometida que pinta cuadros representado y denunciando la violencia contra las mujeres y las personas con discapacidad. Arrancó pintando a los 14 años, hoy con 24, ya realizó una muestra en el Auditorio Juan Victoria.
La impronta de Sol es transmitir con sus cuadros la violencia y discriminación que sufren las mujeres, que, al exponer estas realidades a través de sus pinturas, se ponga voces a las silenciadas, se identifiquen con sus historias, que genere empatía, que conduzca a un pensamiento crítico y sean una herramienta para que no suceda nunca más.
En ese sentido, Sol cuenta que, “lo que me inspiró a hacer estos cuadros es que hay demasiada violencia, cada vez se percibe más, entonces me propuse hacer algo por estas mujeres, por lo menos intento ser la voz de ellas, que no tuvieron la oportunidad ni el momento, muchas de ellas no pueden hablar por miedo. Pretendo que mi arte sea un medio para mostrar la violencia y lo hago desde un enfoque particular”.
“También las personas con discapacidad sufrimos violencia, verbal como emocional y física, somos mujeres que tenemos voz y voto para expresarnos libremente, eso busco con el arte, expresar”, reafirmó Sol.
Es fundamental que se continúe trabajando para conseguir una sociedad inclusiva, donde todas las mujeres y personas con discapacidad posean igualdad de oportunidades. La conciencia y la responsabilidad de la ciudadanía como de las instituciones, son fundamentales para frenar tanta violencia.
