Este curso integral abarcó una amplia gama de habilidades, desde técnicas avanzadas de rescate y reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta una sólida formación en materias teóricas esenciales como: salvamento acuático, navegación, natación, anatomía, fisiología, primeros auxilios, ética profesional, marco legal, psicología de emergencias, entre otros.
Desde comienzos de abril, los participantes fueron sometidos a desafíos prácticos y teóricos diseñados para prepararlos para cualquier emergencia en entornos acuáticos. Las pruebas de rescate, RCP y salvamento acuático destacaron no solo la destreza adquirida por los estudiantes, sino también su dedicación incansable a la seguridad y la preservación de vidas.
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La culminación del curso fue un evento memorable que incluyó una jornada intensiva en pruebas físicas, incluida una prueba de nado de 3000 metros en aguas abiertas y salvamento acuático. Así como la tradicional antorchada, una ceremonia emblemática en la cultura de los guardavidas. La luz titilante de las antorchas en la oscuridad simboliza la responsabilidad compartida que estos nuevos guardavidas llevan consigo, iluminando el camino hacia un futuro más seguro en los cuerpos de agua de San Juan.
Seguridad Náutica se enorgullece de haber sido el motor detrás de esta iniciativa educativa, comprometida con la formación de profesionales altamente calificados en seguridad acuática. La calidad de la instrucción y la participación activa de los alumnos han establecido un estándar elevado para futuras generaciones de guardavidas en la región.
Extendemos nuestras felicitaciones a los 26 graduados, agradecemos a los instructores, y destacamos el apoyo continuo de la comunidad de San Juan. Seguridad Náutica reafirma su compromiso con la promoción de prácticas seguras en el agua y espera con entusiasmo el impacto positivo que estos nuevos guardavidas tendrán en la seguridad acuática local.
